miércoles, 23 de septiembre de 2009

LEONARD COHEN, YO ESTUVE ALLÍ

Yo también fui al concierto de Leonard Cohen en el Palau Sant Jordi de Barcelona y
fui feliz. Uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida. Voy a guardarme la
entrada. La última vez que lo escuche en directo fue a finales de los ochenta
también en Monjuic, y ya entonces se había superado a sí mismo interpretando nuevas
y antiguas canciones.

Ahora todavía es mejor. Sus poemas se funden con la música y la música se derrite
con las letras en una inmejorable conjunción. Su voz tan personal, es una mezcla de
equilibrio y serenidad, una voz de oro que sólo los años han podido mejorar. Nadie
canta como él canciones tan tristes y deja alegría y esperanza en quien las escucha.
Es auténtico. Cohen crea adicción, ¡Aleluya! (Hallelujah!).