La prima de riesgo
Dejamos atrás una época dorada para adentrarnos en la oscuridad de lo desconocido. Ésta ya no es sólo una mala época para la lírica, se ha convertido en una época de búsqueda del eslabón perdido: ¿qué hicimos mal?, ¿qué voy a hacer?, ¿o qué podré hacer cuando me jubile en el futuro?
Mientras nosotros nos hundimos, los vasos comunicantes de la economía hacen milagros. La economía de aquellos países que creíamos subdesarrollados no para de subir, la gente abandona el país buscando -en sitios que no sabían muy bien dónde estaban- una oportunidad, y los que vinieron se preguntan quién les engañó. En este momento veraniego, hay que empezar a pensar lo que vamos a hacer como país en septiembre. Las cosas están en un punto de un posible no retorno.